Viviendo la vejez: una mirada sociológica sobre la vida en el asilo de ancianos Juan Pablo II

Abstract

En las dos décadas pasadas, el envejecimiento en México ha cobrado relevancia en la investigación. De acuerdo con Vázquez (2006) la investigación sobre envejecimiento está concentrada en cuatro temas dominantes. El primero tiene relación con el comportamiento demográfico de las poblaciones en edades avanzadas. Las proyecciones de cuántos son y serán en cálculos a nivel nacional y estatal. Es a partir de la disponibilidad de estos datos que se afirma un envejecimiento poblacional en México. El segundo tema es el asunto de las pensiones, ligado a la discusión de su insuficiencia. Ha resaltado la pobreza en aquellos que carecen de este derecho social: Ancianos sin derecho porque ellos y ellas trabajaron en el sector informal urbano o en las actividades del campo, o porque no pertenecieron nunca al sector de los trabajadores remunerados (Vázquez et. al, 2006: 20). El tercer tema es el de las condiciones de salud de esta población así como sus implicaciones económicas, pues los resultados sobre los estudios de morbilidad, discapacidad, años de vida saludables, necesidades y acceso a los sistemas de salud no son alentadores respecto a quienes viven la vejez y quienes la viviremos. Así mismo los análisis respecto a la situación epidemiológica nos abren las puertas a una realidad llena de “achaques”, enfermedades crónicas, prolongadas o dependientes de la ayuda de los demás. Finalmente, el tema de las relaciones sociales de los ancianos, a nivel familiar que ofrece una mirada sobre los mecanismos relacionados en el intercambio generacional que permite a los ancianos un apoyo en los servicios para su supervivencia. Sin embargo en este punto existe una población que carecen de una red social familiar o son abandonados por sus familias. Sin embargo, ante los avances logrados en el conocimiento de la vejez se tienen dos visiones que se anteponen: una de ellas es la de considerar la vejez como problema social y la otra el de la mirada macro social que deja de lado las dimensiones del fenómeno. La velocidad con la que se presenta la vejez en México ha producido la necesidad de atender los efectos del alto crecimiento poblacional en años pasados y de preparar respuestas institucionales y sociales para los desafíos que representará el envejecimiento demográfico. El cual influirá de distintas formas en la sociedad, la economía, la política y la cultura. Las proyecciones de la población apuntan a un envejecimiento acelerado para el caso de México. Lo cual implicará cambios en nuestra manera de pensar y ser frente al envejecimiento: tendremos que adaptarnos a nuevos ritmos de la vida social, a las cambiantes percepciones del curso de la vida, a las nuevas normas y expectativas relacionadas con la edad. De igual modo el envejecimiento de la población pondrá a prueba la lógica de funcionamiento de muchas de nuestras instituciones y los actores presionaran para que se modifiquen de acuerdo a las demandas y necesidades emergentes. La vejez y su transformación no solo es un problema social que se origina porque cada vez son más las personas que alcanzan edades avanzadas, sino principalmente por la respuesta que se tenga a nivel económico, institucional, de salud y social para dar respuesta a las nuevas demandas. Aunado a esto el carácter de problema se agrava en un escenario caracterizado por pobreza, enfermedad, discapacidad y aislamiento social. Dentro de estas características se entremezclan otras dimensiones como la población que carece de asistencia social o aquellos que no cuentan con el apoyo familiar, atrapando a esta población en una telaraña de desventajas múltiples respecto a la cuales es difícil escapar. Lo cual nos lleva a plantearnos numerosas cuestiones para las políticas sociales, de salud y poblacional. El presente trabajo de investigación tiene como propósito analizar e interpretar a la luz de algunos argumentos teóricos la experiencia del envejecer, desde la óptica de los propios ancianos respecto a cómo viven y se mueven en el ámbito cotidiano, cómo experimentan su vejez, cómo es representada y descrita en sus testimonios, la visión con la que fue abordada la investigación tiene el interés de dilucidar la propia experiencia de envejecer y más específicamente el transcurrir de esta etapa viviendo en un asilo de ancianos. Desde este punto se pretende contribuir a ampliar las visiones micro social que se generan en el ámbito de la vejez y la vida cotidiana. Resaltando la importancia de conocer las percepciones sobre la vejez y las formas concretas de vivirla. Es necesario comprender el fenómeno del envejecimiento desde la visión de los propios actores junto a las explicaciones macro sociales, esto implica penetrar al mundo de las interpretaciones, representaciones y opiniones normativas sobre lo que es ser viejo y envejecer. Con este estudio se pretende ofrecer una mirada diferente de la vejez, la cual está orientada a comprender el fenómeno del envejecimiento desde la perspectiva micro social. Es atractivo abordar el tema de la vejez desde la experiencia individual de los ancianos institucionalizados, donde el sujeto se encuentra ante diversas vivencias que marcan cambios en sus vidas y sobre todo en su percepción sobre esta experiencia concreta de vivir la última fase de su vida.