México y la inversión extranjera: nuestra situación dentro del contexto internacional

Abstract

Nos enfocaremos en las relaciones derivadas del comercio, que se encuentran reguladas por el Derecho internacional Privado; como son los tratados internacionales que cada día impulsan mayormente las buenas relaciones entre estados y de ahí parte el flujo de inversión extranjera, el cual cada día es más fuerte. Otra herramienta del derecho para impulsar dicha actividad son los acuerdos que han surgido en las últimas dos décadas entre los diferentes bloques geográficos, los cuales hoy marcan gran tendencia y están redefiniendo la actividad económica mundial, por lo cual las posturas de los países que han encunado al comercio y se han ido renovando. Las actividades que, en el pasado, resultaron aparentemente eficaces, presentan deficiencias en sus consecuencias, por lo que actualmente están afectando a los países que las aplicaron. En la actualidad los principales bloques económicos, están siendo encabezados por la comunidad europea y el grupo de países asiáticos, relegando a un tercer puesto el acuerdo entre los países de América del norte; aunque se tiene que reconocer que no es menos importante que los anteriores. Lo aparentemente increíble es la realidad, ya que hace unos años atrás era algo inimaginable. A consecuencia de todo esto, se observa gran movimiento en la inversión extranjera y en el capital que se tenía estimado depositar en regiones ya determinadas para estos momentos o años venideros, pues los grandes capitales han rediseñado planes de crecimiento e inversión, debido a los cambios que han hecho los países que en el pasado contaban con una economía cerrada o con altos aranceles como medida de protección para su mercado interno. México ha hecho cambios, desde su mentalidad sobre la concepción de la inversión extranjera, hasta lo que vendría siendo la práctica y metodología, desde mi punto de vista creo que no ha sido suficiente para evitar tanto la salida de capital que se pensaba asegurada en el país por unos años más, como también la atracción de nuevo capital; por otro lado, se han descuidado otras áreas entrelazadas a la captura de capital viable y que con el paso del tiempo afectarán directamente a la población, como será el cuidado del medio ambiente, por ejemplo. La desesperación y la competencia mesurada en el mercado internacional para la captación de estos recursos se ha ido semejando cada día más a la vida en la selva, pues ya no se respetan principios legales ni la dignidad de la población, tanto en discursos como en acciones de los mismos gobiernos, se aprovechan de la ignorancia de las personas y tratan de enmendar errores queriéndolos ocultar con la presencia de nuevas naves industriales y trabajos de mano de obra barata. Obviamente todo esto, no es exclusivo de México o de un solo país en especial, actualmente no hay país que no sea participe de esta “rebatinga” de capital económico; los países conocidos como tercer mundistas o ahora denominados “en desarrollo” son receptores de inversiones, que a futuro traerán más perjuicios que beneficios; mientras que los países ya desarrollados se dan el lujo de seleccionar, hacer y deshacer en la selección de los lugares donde terminarán depositando sus inversiones. Personalmente, considero que México tiene la madurez nacional y los intelectuales adecuados como para remodernizar nuestras normativas legales, buscando una mayor eficiencia en la llegada de inversión, dejando de lado los trámites burocráticos innecesarios y facilitando el papeleo administrativo, tener un “plus” frente a otros países y que nos diferencien del resto, lo cual nos haga mayormente atractivos para los inversionistas foráneos y por supuesto siempre procurando el bienestar, tanto presente como futuro, de todos los mexicanos.