Mujeres estudiantes en los programas doctorales de ciencias e ingeniería

Abstract

El presente trabajo, de tipo cualitativo, tiene como objetivo conocer cómo viven el proceso de formación las mujeres que cursan doctorados en ciencias o ingenierías de la Universidad de Sonora (Nanotecnología, Física, Matemáticas, Materiales e Ingeniería Química).Doctorados en áreas de conocimiento concebidas tradicionalmente como masculinas y en donde la mujer está sub-representada. El marco conceptual se basa principalmente en tres elementos clave: demandas internas o exigencias académicas, socialización y demandas externas o responsabilidades no académicas. La información se recuperó a través de entrevistas semi-estructuradas. Las 15 participantes son mujeres en su mayoría jóvenes (promedio de edad de 31 años) y todas son pioneras en su familia en relación con el grado de estudios alcanzado. Los resultados generales indican que las participantes inician la ruta formativa de manera diferente. Aquéllas que han tenido contacto previo con la institución experimentan menos incertidumbre durante el proceso de admisión en comparación con las estudiantes que provienen de otras instituciones o de entidades federativas diferentes. Los programas doctorales en los que se inscriben las participantes forman parte del PNPC y, en ese sentido, las exigencias académicas se rigen por los criterios de calidad que exige el Conacyt. Sin embargo, algunos programas establecen mayores demandas académicas por ejemplo, en el dominio de un idioma extranjero, la presentación de exámenes de conocimientos generales y, en el tipo de publicaciones. Algunas de las demandas internas o académicas imponen ciertas tensiones en las participantes, especialmente en las que deben atender ciertas responsabilidades como las que se relacionan con la maternidad. Por ejemplo, al momento de tener que realizar una estancia de investigación en otra ciudad, deben reorganizarse en la vida personal y escolar. Sobre los aspectos relacionados con el proceso de socialización, la mayoría de las estudiantes coinciden en el papel fundamental que juega el tutor, pues es su guía en el proceso de convertirse en investigadoras. Asimismo, señalan que no existe discriminación de género por parte de los profesores o pares al estar estudiando en doctorados tradicionalmente masculinos. Con relación a las demandas externas, para las mujeres que tienen hijos o que están casadas, el apoyo social por parte de su familia parental o pareja emerge como punto crucial para que puedan combinar las actividades en el ámbito personal y escolar de manera efectiva. Otro punto que sobresale para las mujeres casadas es el tener parejas con las que comparten su formación en ciencias o dedicación a la academia, lo cual perciben como un asunto positivo pues las entienden y apoyan. Para las mujeres que no tienen hijos resalta la cuestión de la postergación de la maternidad. Estos resultados se discuten con relación a la literatura revisada en las tres dimensiones: demandas internas, socialización y demandas externas que ocurren durante el trayecto de formación doctoral.