Prácticas sociales sobre peligros y riesgos climáticos en zonas de atención prioritaria en Hermosillo, Sonora: Caso de la colonia Las Minitas

Abstract

A nivel mundial, los últimos seis años han sido los años con las temperaturas medias más altas que han provocado una serie de olas de calor y temperaturas extremas, anomalías en las precipitaciones y eventos extremos, como sequías y ciclones tropicales. Estos y otros indicadores climáticos, producto de la acumulación de gases de efecto invernadero (GEI), han llamado la atención por su fuerte variabilidad en diferentes regiones del planeta y su relación con actividades humanas de producción. Estructuralmente, un aspecto que agrava los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos y, por tanto, agrava los daños a la salud humana, es la condición urbana del entorno donde habitan los ciudadanos. Ante la escasez del servicio de agua, o incluso cuando la red eléctrica no satisface completamente la demanda, los efectos de las temperaturas extremas se agravan. Según esta visión, los más vulnerables son quienes viven en viviendas precarias, sin los medios adecuados para mitigar el calor o evitar consecuencias. Numerosos informes indican que México es particularmente vulnerable a los efectos del cambio climático, por lo que se espera que el cambio climático exacerbe los problemas sociales, económicos y políticos del país. En nuestro país existe una necesidad urgente de tomar acciones e implementar políticas públicas integrales que reconozcan que el cambio climático y sus efectos no son neutrales y que las desigualdades sociales diversifican y aumentan las vulnerabilidades de diferentes grupos de la población. Por lo tanto, para contribuir al fortalecimiento y desarrollo de las capacidades comunitarias para adaptarse y mitigar los cambios ambientales, es importante el conocimiento y análisis desde una perspectiva de género. Sonora no está exenta de los impactos ambientales del cambio climático. Con respecto a la relación entre la salud humana y el cambio climático, se ha reportado una relación significativa entre la temperatura y la mortalidad en el Estado. Un diagnóstico realizado en Hermosillo para determinar las condiciones de mitigación del cambio climático muestra la falta de preparación de la ciudad para tales situaciones. Los habitantes de zonas marginadas de la capital sonorense están expuestos a condiciones climáticas extremas porque sus condiciones de vivienda y nivel de vida no les permite mitigar el calor ni evitar la deshidratación, el golpe de calor e incluso la muerte. Los planes de acción contra las olas de calor son fundamentales como estrategias de adaptación, por lo que, ante la previsión de un aumento de la frecuencia e intensidad de las olas de calor, un plan de acción permitirá a las personas o grupos vulnerables a prepararse, mitigar y adaptarse a las olas de calor y temperaturas extremas inducidas por el cambio climático. Para este trabajo de investigación, se seleccionaron asentamientos urbanos que presentan grados de vulnerabilidad y con base en el “Atlas de riesgo de la ciudad de Hermosillo”. Posteriormente, en la comunidad seleccionada, se creó un grupo focal para abordar las características sociales y económicas básicas, el estado de salud y educación, identificar amenazas ambientales, conocer la percepción sobre el cambio climático y las capacidades de la comunidad para hacer frente al fenómeno del cambio climático. El desarrollo del grupo focal se dividió en 4 temas: salud, movilidad y tráfico, desechos sólidos y cambios hidrometeorológicos.