Mi antología

Abstract

A muy temprana edad, quizás en mi pre adolescencia, escuche mi voz grabada por primera vez. Grabábamos cuentos en una radio grabadora de casete a los cuales le improvisábamos efectos hechos por nosotros mismos; voces, zapatos, cajones, puertas, laminas y demás, que servían como elementos para recrear ambientes en historias que trataban de asemejar lo que nosotros conocíamos en las historias narradas por Gabilondo Soler (CriCri), ó a los radio cuentos y a todo lo que se estaba haciendo en la televisión en esa época y que sin darnos cuenta vivíamos un momento de diversión y de creación muy interesante dada nuestra corta edad. Con el transcurso de los años, los acetatos de “CriCri”, los casetes regrabables, los primeros videos de “Mtv”, mi incursión en el estudio de la música y en los escenarios, entre otras cosas, me llevaron a la universidad a conocer más a fondo todas esas herramientas que pudieran acercarme profesionalmente a lo que en ese momento estaba viviendo. Aprendí a cantar y acompañarme con la guitarra, lo cual siempre ha sido ha sido para mí un juego divertido, creativo y reconfortante, descubrí mi voz como instrumento musical que despierta en algunas personas sensaciones agradables. En un principio empecé a hacer grabaciones “caseras” en casetes, interpretando con guitarra y voz las canciones que siempre me han gustado, con la intención de buscar un estilo propio, un sonido adecuado y agradable. Desafortunadamente para mí no era así, mi voz me parecía desagradable, extraña, alejada a lo que sonaba en mi interior al momento de hablar o al momento de interpretar alguna canción, batalle en digerirla, y puedo decir que hasta la fecha me resulta extraña, pero me agrada. A mediados de 1998,empecé a incursionar profesionalmente en la música, tocando en un cuarteto la guitarra y primera voz, afortunadamente empezamos bien, el público y amigos que nos escuchaban insistían que grabáramos todo lo que hacíamos, los costos de una producción musical profesional estaba muy por encima de nuestros presupuestos y en aquellos tiempos no había tantos productores independientes como los hay actualmente, tampoco se tenía a la mano una computadora portátil con un programa de grabación y edición de audio que pudiera facilitarnos la grabación, lo que si teníamos era una consola, micrófonos, cables y todo lo necesario para enviar una señal de audio a un “deck” de casete, y así a finales de 1999 hicimos una grabación en vivo en uno de los lugares donde nos presentábamos, de ahí escogimos las mejores canciones, mandamos hacer una limpieza del audio e hicimos una reproducción de casetes, con sus respectivas portadas en “Estudios Arriola”, los cuales ofrecíamos por una módica cantidad en cada presentación. Años más tarde esa misma grabación se digitalizó, pero ya no se hizo ningún tipo de producción dado que la agrupación se desintegro, afortunadamente quedo la grabación como testigo de lo que estábamos haciendo en ese momento. Después de esa experiencia de grabación, tuve la fortuna de estar involucrado años después como solista, en grabaciones digitales que se hicieron en estudios de radio, presentaciones en vivo, etc., así como la oportunidad de grabar mi voz en una producción profesional con el “Coro de la Universidad de Sonora”, auspiciada por la misma universidad y el instituto sonorense de cultura. Dada esta inquietud de incursionar en el medio de las artes y a una necesidad de demostrar ciertos conocimientos que había adquiridos en la carrera de comunicación y en el estudio de la música, me di a la tarea de diseñar un proyecto musical con el cual pudiera expresar mi sentir de manera individual mediante la interpretación de una selección de canciones, no sin antes hacer una serie de cuestionamientos para la realización del mismo: ¿Qué me lleva a la realización de este proyecto?, ¿qué es lo que quiero demostrar?, ¿Qué busco obtener?, ¿cómo lo voy a realizar?, ¿con que y con quien lo voy a realizar?, ¿Cuánto será el costo? De esta manera, una de las principales motivaciones para la realización de este proyecto fue; cubrir esa necesidad de estar involucrado en una producción profesional, poder incursionar en el medio, dar a conocer lo que soy capaz en un producto tangible de calidad y poder difundir temas que nadie más había interpretado, comprometido con el uso del lenguaje y de los contenidos, así mismo, obtener un reconocimiento de la audiencia a la que está destinado el proyecto.