Please use this identifier to cite or link to this item: http://hdl.handle.net/20.500.12984/1187
Title: Trabajadoras y empleadoras: un estudio exploratorio de las condiciones laborales de las empleadas domésticas en la ciudad de Hermosillo
Authors: VELÁZQUEZ ABARCA, GUADALUPE YOLANDA
CALVARIO PARRA, JOSÉ EDUARDO
Issue Date: Dec-2018
Publisher: Universidad de Sonora
Abstract: Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), en la actualidad existen al menos 53 millones de trabajadores y trabajadoras domésticos en el mundo -sin incluir a las niñas-, y esta cifra crece a un ritmo constante en los países desarrollados y en vías de desarrollo (OIT, 2017). Para el caso de América Latina, existe un promedio de 18 millones de trabajadores y trabajadoras del hogar remunerados. De esta cifra, el 93% lo conforman mujeres en su mayoría afrodescendientes, indígenas y migrantes. Y de ellas, 8 de cada 10 trabajadoras se identifican como informales, es decir, carecen de un contrato de trabajo y prestaciones sociales frente al resto de los trabajadores formales o “normales” (Aragón, 2017). A su vez, las trabajadoras representan el 4.8% de la población ocupada en el mundo. Los rangos de edad fluctúan entre los 30-39 años y los 40-49 años. Representadas por un nivel educativo bajo, 4 de cada 10 trabajadoras tienen algún grado de educación secundaria. Además, se estima que el 76.5% de las y los trabajadores recibe hasta dos salarios mínimos o menos, y el 73% carece de prestaciones laborales (Ibíd.). Actualmente persisten formas laborales de explotación y privación de derechos heredados desde tiempos coloniales, y a pesar de la modernización de las sociedades estas formas siguen en deuda con la población que se desempeña como empleada del hogar remunerada: las mujeres, en su mayoría indígenas, migrantes, madres o jefas de familia, adolescentes y además personas empobrecidas olvidadas por el progreso y la modernidad. De lo anterior surgió mi compromiso por realizar un estudio exploratorio que permitiera reconocer las condiciones sociales que propician la reproducción del trabajo del hogar remunerado en voces de las principales protagonistas: las trabajadoras y las empleadoras. El fenómeno de las condiciones laborales de las trabajadoras se ha hecho visible en los últimos años; pero aún hace falta conocer sus particularidades por regiones, las problemáticas que esto plantea y los lugares donde las mujeres se insertan como trabajadoras. Por ello, este estudio propone, desde las siguientes interrogantes, analizar qué condiciones sociales persisten para la contratación de trabajadoras del hogar remuneradas en Hermosillo, Sonora, así como cuáles son las condiciones que posibilitan que mujeres vulnerables encuentren en el trabajo del hogar un empleo sin garantías; y, al mismo tiempo, reconocer cuáles son las condiciones sociales que influyen para que las mujeres empleadoras contraten personal para el trabajo del hogar. Según datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI, 2010) se estima que a nivel nacional poco más de 2 millones de personas son trabajadores y trabajadoras del hogar, y son las mujeres quienes representan con un mayor número a este sector: por cada 10 mujeres trabajadoras remuneradas en México, una es trabajadora del hogar. Por ello, este tipo de labores ha sido considerada como un “empleo feminizado”. Se estima que entre 11% (ENADIS, 2010), 12% (INEGI, 2010) y más recientemente el 29% (CONAPRED, 2015) de las trabajadoras del hogar remuneradas1 son trabajadoras del hogar en la modalidad de base o “planta”, y el resto en la modalidad temporal o de “entrada por salida”. En la academia, este tema ha cobrado relevancia por la persistencia de las condiciones laborales en las que se encuentran las mujeres. Para algunas especialistas como Durin (2017) y Goldsmith (1998) las trabajadoras del hogar remuneradas (THR) tienen rostro indígena, un rostro de mujer con distintos matices, distintas procedencias caracterizadas por la pobreza, explotación, discriminación y cuyos rostros femeninos son, ante los ojos de los y las empleadoras, agentes sin derechos, sin protección; es decir, carecen de acceso a vacaciones, seguridad social, créditos de vivienda, aguinaldo y ahorro para el retiro o jubilación. El panorama de las condiciones sociales de las trabajadoras se ha hecho visible y cada región en México tiene características propias. Por ejemplo, el sur del país, concretamente en Chiapas, Blanco (2012) visibiliza este fenómeno con una fuerte presencia indígena de los grupos originarios de la entidad, así como la fuerte migración de mujeres guatemaltecas, quienes por su condición de ilegalidad abaratan más su fuerza de trabajo y sufren explotación, discriminación y abuso a sus derechos humanos; en cambio, en la Ciudad de México ha tenido una fuerte presencia el trabajo realizado por Goldsmith (1998), quien ha analizado las condiciones y el trayecto a la sindicalización de un grupo organizado de mujeres en la lucha por sus derechos como trabajadoras del hogar remuneradas; por otro lado, en el noreste de México se encuentran los trabajos abordados por Severine Durin (2013), que considera que el trabajo del hogar remunerado sirve como nicho laboral para la población indígena de la huasteca potosina, entre otros grupos. Estos trabajos resultan los más representativos al haber otorgado visibilidad a esta problemática; sin embargo, aún quedan brechas por labrar para conocer las características principales de cada región del país, pues ello representa un desafío para las distintas sociedades en materia de derechos para las mujeres trabajadoras. Desde las organizaciones civiles e internacionales, existen dos que son las principales y mantienen una fuerte presencia en el panorama político. En el plano nacional destaca la asociación civil del Centro Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), que durante 18 años ha sido liderada por la ex trabajadora del hogar y hoy abogada Marcelina Bautista, mujer migrante e indígena cuyo compromiso ha sido concientizar y promover los derechos laborales y humanos de las mujeres y hombres que se desempeñan en esta labor. Recientemente, esta organización logró conformar en 2016 el primer Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO), integrado por organizaciones de entidades como Colima, Puebla, Chiapas y Estado de México (SINACTRAHO, 2016). En el plano internacional, desde 1997 existe la organización Women in Informal Employment: Globalizing and Organizing2 (WIEGO, por sus siglas en inglés), institución que trabaja en pro de los derechos de las mujeres en empleos informales, como el trabajo del hogar remunerado. Así, desde la academia y las organizaciones civiles e internacionales, el apoyo y la organización se ha ido extendiendo a lo largo y ancho del continente, incluido México. Sin embargo, aún persisten regiones donde se desconoce la situación de las condiciones laborales del sector en cuestión. Por ello, el propósito de mi estudio consiste en identificar el contexto de las dinámicas que condicionan la existencia del trabajo del hogar remunerado tanto para las trabajadoras como para las empleadoras en la ciudad de Hermosillo, Sonora. Para tal objetivo he realizado un estudio exploratorio-descriptivo de corte cualitativo. La técnica consistió en entrevistas semiestructuradas a 5 empleadoras y 8 trabajadoras; en total, 13 entrevistas que se realizaron entre los años 2017 y 2018. La selección de las entrevistas fue en dos modalidades del empleo: “entrada por salida” y “de planta”. Ya fuera como trabajadoras o bien, como empleadoras.
Description: Tesis de licenciatura en administración pública
URI: http://hdl.handle.net/20.500.12984/1187
ISBN: 1900416
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