Validación del instrumento de estilos de crianza positivos: percepción de los niños

Abstract

Se considera que la familia es el primer contacto y grupo de socialización del niño, ya que en ella se aprenden actitudes, valores, normas, reglas, que más tarde los ayudaran a desenvolverse dentro de la sociedad. El grupo más significativo de las personas es generalmente la familia, ya que es donde se nace y se vive, así mismo, en las familias existen diferentes formas de vida que suelen transmitirse a las nuevas generaciones, según el ejemplo de educación que les brindaron sus ancestros (Bolivar, 2006). En este contexto, los estilos de crianza ayudan a tener una mejor comunicación de padres a hijos, además, pueden llevar a que estos últimos tengan un adecuado desarrollo, siempre y cuando la educación que se les otorgo desde pequeños le sirva en diferentes áreas de su vida como en el campo educativo y en la forma de socializar, ya que les permitirá ser personas integras. Es importante mencionar que la familia es la primera en motivar la educación, por to tanto, los padres son los maestros de los hijos y los responsables del aprendizaje que se manifiesta en el contexto escolar. La familia regularmente constituye el primer contacto con el mundo social que tienen los niños(as), gracias a esto se conforma como el primer agente socializador, especialmente durante los primeros años de su vida. En este sentido, la familia se encuentra dentro de la educación informal, ya que es considerada como la responsable de la educación de los hijos y la transmisora de su propia cultura (Jaramillo, 2007). También la familia representa la primera autoridad educativa para el niño; más tarde los niños(as) comienzan a asistir a la escuela y aprenden a convivir con sus compañeros, así como a desarrollar sus aptitudes, habilidades y destrezas, lo cual es importante porque se ajustará a un ambiente diferente que hasta ese momento no conocía. Por lo anterior, se puede considerar que los estilos de crianza juegan un papel muy importante en el desarrollo del niño tanto cognoscitivo como afectivo. En el aspecto cognoscitivo, los estilos de crianza se relacionan con el desarrollo de las funciones ejecutivas que agrupan los diversos procesos de control del comportamiento, el pensamiento y la afectividad (Cervigni, Stelzer, Mazzoni & Álvarez, 2012). Con respecto al desarrollo efectivo, los estilos de crianza son facilitadores en el desarrollo de conductas emocionales, pro-sociales y de autorregulación emocional y conductual (Cuervo, 2010). Esta investigación cuenta con cinco capítulos. El primer capítulo trata sobre la medición psicológica, y se explica la importancia de contar con instrumentos válidos y confiables en psicología. El segundo capítulo, describe la definición de conceptos de crianza y de familia proporcionadas por varios autores, además, incluye una breve explicación de los diversos estilos de crianza o estilos parentales y del papel de la familia en el proceso de socialización. Continuando con este capítulo, se hace mención sobre la medición de los estilos de crianza, se habla de la historia del concepto y sobre la tipología de Baumrind (1968), así como la de Maccoby y Martin (1983); además, se explica la importancia de la medición de la crianza positiva. El tercer capítulo habla sobre el análisis factorial, donde se examinan los conceptos de básicos de la temática como el análisis factorial exploratoria y confirmatoria. En este capítulo, también se mencionan algunas características del análisis factorial confirmatoria, el cual sirve para corroborar hipótesis previas. El capítulo también describe la importancia de contar con las herramientas válidas y fiables para medir los estilos de crianza positivos. El cuarto capítulo muestra la metodología del trabajo, dentro del cual se encuentran los participantes, los instrumentos, los procedimientos, el análisis de datos y los resultados de la investigación. Por último, en el capítulo cinco muestra la discusión del trabajo, donde se presenta las conclusiones tomadas de los resultados obtenidos.