Contribución al conocimiento de los eventos tectono-magmáticos durante el Mioceno en la porción central de la Sierra El Aguaje, Sonora, México

Abstract

Durante el Mioceno tardío ocurrió un importante episodio tectónico extensional, el cual se encuentra parcialmente representado en la Sierra El Aguaje, ubicada en la porción suroeste de Sonora, México. Durante esta etapa, un adelgazamiento cortical acompañado por un magmatismo de rift, generó una compleja red magmática (12-10 Ma) en la litósfera que se traduce en cámaras magmáticas interconectadas por estructuras intrusivas en forma de diques, que son considerados como los conductos alimentadores de una importante secuencia de rocas volcánicas de composiciones félsicas a intermedias de al menos medio kilómetro de espesor, acumulada durante un periodo relativamente corto (~2 Ma) y que es conocida como Formación El Parral. En la porción central de la Sierra El Aguaje es evidenciado un cuerpo microgranitico que se presenta en forma de sill y se encuentra emplazado entre la secuencia volcánica anorogénica y el basamento laramídico de ~83 Ma. La erosión y debilidades estructurales provocadas por la extensión de la región, suscitan una descompresión del sistema magmático hipabisal (diques y cámaras magmáticas) que se encontraban ya emplazados, generando una exsolución de las fases volátiles que desencadenan una movilización de magma a la superficie, provocando la extrusión de la secuencia volcánica y la generación de nuevas cámaras magmáticas emplazadas cerca de la superficie. El líquido magmático inyectado en fracturas y fallas, muestran dos facies; aquellos diques emplazados en el cuerpo hipabisal muestran un enfriamiento contemporáneo al mismo y muestran un sobre-enfriamiento de hasta 150°C (diferencial térmico), que es evidenciado por morfologías cristalinas; en cambio, otros diques magmáticos emplazados en el basamento muestran un sobre-enfriamiento mayor, estimado entre 250°C y 450°C, manifestando fenómenos de exsolución de volátiles, que propician la ocurrencia de fases fluidas heterogéneas y una movilidad magmática más impetuosa. Finalmente, el evento intrusivo más joven, que se evidencia en el área por una inyección de composición intermedia con xenolitos del microgranito, es posiblemente asociada a la Formación Volcánica El Guajaré. Además de su voluminosa secuencia volcánica, estructuralmente, la Sierra El Aguaje destaca por grandes fallas que basculan, deforman y desplazan grandes volúmenes de roca. El corazón de la Sierra, mencionado en este trabajo como Valle de la Sierra El Aguaje, se caracteriza por formar parte de estructuras en transtensión, cuya falla maestra se intuye al noreste de la Sierra, colindando con el Valle de San José de Guaymas. Dicha estructura cuenta con una dirección NW-SE y podría ser continuación de la Falla El Vigía. En la zona del Arroyo San José de Robinson, el bloque de piso evoluciona a partir de una falla maestra lístrica con dirección NNE-SSW y con componente rotacional. La apertura progresiva del Valle de la Sierra El Aguaje se deduce que es regida por la generación de nuevas fallas lístricas escalonadas cuyos bloques segmentados se conectan a un mismo nivel de despegue que se deduce, se unen a una profundidad aproximada de ~250 metros. Finalmente, un sistema conjugado con otras fallas normales y laterales, forma una geometría compleja de bloques rocosos, desarrollando pequeñas estructuras tipo horst y graben.