Asociación entre estenosis hipertrófica del píloro en el lactante y niveles séricos elevados de andrógenos: estrógenos, gonadotropinas y prolactina

Abstract

La Estenosis Hipertrófica del Píloro (EHP) es una enfermedad propia de las primeras semanas de vida, en la que ocurre una obstrucción del vaciamiento gástrico que origina vómitos incoercibles, desnutrición y muerte. Ante el desconocimiento de qué la causa, diversos factores genéticos y ambientales se han propuesto como origen del trastorno; el posible rol de las hormonas sexuales, cuyo patrón de secreción perinatal guarda simetría con las características de presentación de la EHP, no ha sido investigado previamente; este proyecto intentó abordar ese nicho inexplorado. Con un diseño transversal analítico con base en dos hospitales que atienden niños enfermos, se seleccionó a pacientes con EHP (casos) y a lactantes hospitalizados de género, edad y peso similar, sin dicho padecimiento y libres también de signos de obstrucción gástrica o de padecimiento gonadal o suprarrenal (controles). En una muestra de suero se cuantificó la concentración de Testosterona (T), Hormona Luteinizante (LH), Hormona Folículo-estimulante (FSH), Estradiol (E2) y Prolactina (PRL) mediante el inmunoensayo MEIA. Las concentraciones se describieron por género (mujer/hombre) y condición (caso/control) con mediana (M) y rango entre los cuartiles 25 y 75 (RIC); las diferencias entre casos y controles fueron analizadas mediante la prueba de Mann-Whitney-Wilcoxon. Se estudió a 17 casos de EHP -12 varones (71%) y 5 mujeres (29%)- y 36 controles -25 varones (69%) y 11 mujeres (31%)- con edades entre 14 y 103 días y peso al nacer entre 1.4 y 4.3 Kg. Se identificó en los casos varones una concentración sérica superior de T que en los controles del mismo género (M 1.00 ng/ml, RIC 0.90;1.35 vs M 0.52 ng/ml, RIC 0.22;1.30 respectivamente, p=0.008); de igual manera, la concentración de E2 en casos mujeres fue superior que en las controles (M 59.5 pg/ml, RIC 33.5;85 vs M 23 pg/ml, RIC 22;24 respectivamente, p=0.03). Las concentraciones de LH resultaron también elevados en los casos hombres (M 2.4 mUI/ml, RIC 0.9;4.8 vs M 1.6 mUI/ml, RIC 0.4;3.2, p=0.12) y las de FSH entre casos mujeres (M 5.4 mUI/ml, RIC 1.3;9.9 vs M 3.1 mUI/ml, RIC 1.4;4.5, p=0.5), aunque sin alcanzar significado estadístico. La concentración de PRL no mostró diferencias significativas entre casos y controles. Se concluye que la concentración sérica elevada de T en los niños varones con EHP, así como la de E2 en niñas con el padecimiento, pueden ser factores que intervienen en la hipertrofia del músculo pilórico. La elevación de estas hormonas parece responder a un estímulo gonadotrópico hipofisiario aumentado. Esto abre la posibilidad de que una disregulación del eje hipofisario-gonadal participe en el origen de la enfermedad.