Aplicación de métodos geofísicos (gravimetría y resistividad) sobre el cauce del río Sonora, ejido La Habana, mpo. de Hermosillo, Sonora

Abstract

Particularmente los métodos geofísicos de prospección como Resistividad y Gravimetría son una herramienta de vital importancia en el estudio de cuencas sedimentarias terciarias, como es el caso del acuífero de la Costa de Hermosillo. Por ello, se aplicaron a este acuífero, específicamente en la zona del Ejido La Habana, sobre el cauce del Río Sonora. Como primer paso, se realizó una extensa revisión bibliográfica, elaborando resúmenes de los métodos geofísicos, que se incluyen en un capítulo de esta tesis. También se revisaron los trabajos previos de geología, hidrología y geofísica de la Costa de Hermosillo, que tratan la problemática económica y social que ha generado la sobreexplotación del acuífero y como consecuencia de ésta, la intrusión salina hacia el continente. Para esta tesis, se realizó una correlación de las unidades del subsuelo, que se clasificaron basándose en la información contenida en los cortes litológicos de los pozos PHB-13, 14 y 15, elaborados por la CNA y en la columna estratigráfica propuesta por Gastil y Krummenancher en 1977. Las unidades del subsuelo se clasificaron en Unidad Superior, Media (Arcilla Azul), Inferior y basamento. Tomando en cuenta 117 pozos, en su mayoría ubicados dentro del área de estudio, se elaboró un plano de la posición actual de los niveles estáticos los cuales oscilan entre los 90 y 120 m de profundidad. Los resultados obtenidos con el método de resistividad, correlacionados con la posición actual de los niveles estáticos, indican que los valores de resistividad entre los 10 y 370 ohm-m representan la zona saturada del acuífero y que la capa confinante del acuífero (Unidad Media) se halla a profundidades entre los 75 y 350 m, con espesores variables de 200 a 350 m. La geometría del basamento se obtuvo por medio de tres levantamientos gravimétricos, dando como. resultado la presencia de dos grandes fosas, una localizada en la parte norte-este del área, registrando profundidades de orden de los 1,097 m y otra hacia la parte sur con profundidades del orden de los 858 m., con valores de anomalías de 22.8 y 18 mgals respectivamente, lo que indica que los espesores del relleno en estas partes son bastante potentes y representan las zonas más importantes para la explotación de agua subterránea.